La leyenda
ecuatoriana del padre Almeida cuenta que una noche, en el instante mismo en que se escapaba del
Convento para irse de farra, un Cristo de madera habló y le preguntó al padre
Manuel de Almeida: -¿Hasta cuándo padre Almeida?
-El cura, entre
cínico y apresurado, le respondió: -Hasta la vuelta, Señor.
Los contratistas
del sector público, los proveedores del Estado, los consultores de los
municipios, los hombres y mujeres que han sus prestado servicios profesionales
a los consejos provinciales, pero no han recibido otra respuesta que la
horrible: NUAY PLATA… Ellos, los que están cerrando pequeñas empresas y
oficinas, los que están quedándose en la calle, tienen derecho a preguntar sin
miedo y en voz alta, como el Cristo de la leyenda: - ¿Hasta cuándo padre
Rafico?
Los cínicos y
masoquistas responden: -Hasta la vuelta de la democracia…
Los angustiados
padres y madres de familia NO tienen porqué hacerse los pendejos y admitir que
PRIMERO ES LA DEUDA EXTERNA Y LUEGO EL PAN DIARIO DE LOS ECUATORIANOS.
La farra de Alianza
PAÍS y el despilfarro de recursos no es culpa del pueblo ni de la clase media
ni de los profesionales. Es culpa de un modelo que no sirve de modelo, porque
como bien apunta Moisés Naím:
-Hay una necrofilia
ideológica en ciertas propuestas. La necrofilia ideológica consiste en
enamorarse ideas muertas, sean tanto de derecha como de izquierda.
¿Hasta cuándo padre
Rafico? ¿Hasta cuándo mashi Rafael? Que los ratones burocráticos no le echen la
culpa al queso.