Una fotografía vale más que mil estadísticas. Las estadísticas son
cifras y datos que a menudo se manipulan y se interpretan a la carta: ah, el
paladar oficialista.
Una vieja frase dice que las estadísticas son como los bikinis:
enseñan mucho, mucho… pero no lo más importante. La frase ya no me convence:
las estadísticas mienten incluso cuando dicen la verdad porque deshumanizan los
conceptos, eliminan el contexto, le quitan a la realidad el sistema nervioso
central… y nos invitan a robotizar la vida diaria.
Una fotografía para ilustrar. Las cuentas alegres de la estadística:
Usted en un hospital no es más el paciente con nombre y apellido, con sexo y
profesión. Es la hoja clínica 152535. Si usted se muere, no hay obituario ni
misa: su nombre pasa de una base de datos a otra. Punto.
Estadísticas versus fotografía.
Se afirma que el Ecuador no está en crisis sino en revolución. Hay
números y porcentajes. Pero el Estado debe a todos y no paga a nadie.
Militares, obreros, policías, profesores, enfermos… se saben maltratados o
estafados. La fotografía cruda: la clase media, cagadita y cagona, pronto va a
tener que usar el papel higiénico por los dos lados. Para ahorrar platita.
Las obras públicas están paralizadas. La Comisión Anticorrupción
descubre sobreprecios. Hay quienes indican que las joyas de la corona petrolera (los campos Auca,
Sacha, en fin) se están subastando a precio de ganga. No es un error. Es un
horror.
Una fotografía que ilustra la corrupción. La Revolución se supone más
virgen que la Dolorosa (será porque llora a raudales). Pero no. En el noveno año de embarazo hay quienes
temen un parto de los montes: una corrupción con pecado pero sin pecadores, con
robo pero sin ladrones.
El inteligente escritor colombiano Juan Gossaín ha soltado una frase
que hiere a todo ciudadano sensible: -Antes solo robaban los ladrones/. Se entiende. Ahora roba todo el que
puede. La fotografía verbal es lapidaria: hay país fallido: aquí a quien roba le arrancan los huevos. Pero
a quien se lleva la gallina de los huevos de oro le limpian el currículo y el
culo.
Antes solo robaban los ladrones.