jueves, 26 de mayo de 2016

Patricio Falconí / BRASIL: LULA DERROCÓ A DILMA

https://youtu.be/Xhj-VpVsjsY



Da asco. La clase política en Brasil casi en su totalidad está podrida, apesta, pero Patricio FAL empieza por señalar con el dedo al culpable mayor que quiere lavarse las manos: Lula.


1.              El problema central del Brasil no es la pobreza, que existe. Ni es la desigualdad social, que posiblemente es la más grande del mundo. Ni es el tráfico y consumo de drogas, que tiene auge en las favelas. Ni siquiera es la corrupción, que es un cáncer creciente. El problema central de Brasil es la politiquería: el POLITICAGEM, el politiqueo ruin y malandro.  Hijas del politiqueo son el oportunismo, la inestabilidad, la demagogia.   
2.              El proceso contra Dilma lo inició Lula, cuando la designó como candidata presidencial a dedo, por su mera voluntad. Peor aún: Dilma fue designada candidata porque Jose Dirceu, el hombre de confianza de Lula, había sido descubierto in fraganti: político corrupto, ladrón.
3.              En la primera elección Dilma hubo fraude. Ella tuvo a Lula como su Jefe de campaña. Lula, que a la fecha era presidente del Brasil, utilizó todos los recursos públicos para que su candidata ganara las elecciones. Ahí fue derrotado Jose Serra, político inteligente y hábil que milita en la socialdemocracia que lidera Fernando Henrique Cardoso. En la inequidad de la campaña no solo hubo desigualdad: hubo fraude (por esa inequidad).
4.              Dilma como presidenta era vista como una subalterna de Lula, quien lucía como el verdadero presidente en funciones.   
5.              Dilma mantuvo las políticas sociales de Lula, pero a la baja, porque el país que patrocinaba el milagro brasileño no era el Brasil, sino la China, que compraba comodities en abundancia. Tanto iba a la baja que los BRICs han desaparecido del mapa económico.
6.              La redistribución neoextrativista que permitía exportar hierro, además de productos agrícolas y de cifrar las esperanzas económicas del país/continente en el petróleo, específicamente en el presal, se fueron agotando. La corrupción, paralelamente, crecía. Los atracos a Petrobras alarmaron al mundo.  
7.              Antes que la reelección de Dilma, el pueblo pedía que Lula sea nuevamente el candidato. Pero Lula, acaso sin percatarse que el ciclo del PT había concluido, mantuvo a Dilma, su discípula,  como candidata. Dilma ganó con las justas. Casi hubo un empate.
8.              En Brasil nunca hubo una revolución. El analista político de izquierda, el uruguayo Raúl Zibechi dice que jamás se tocaron las estructuras capitalistas del viejo modelo. Sencillamente cambiaron los actores. Cambiaron los ladrones.
9.              La goleada que le propinó Alemania a Brasil en el Maracaná, el 7 a 1: revelaba el estado de salud no solo del futebol sino también la crisis política, que Lula no quiso ver.  
10.          Lula impuso la continuidad de Dilma sin analizar las condiciones políticas, económicas y jurídicas, sin medir el estado de la corrupción y las demandas de la gente. Resultado: Dilma cayó. La derrocó el propio Lula. Su ambición de poder. Su terquedad.
11.          Se dice que la destitución de Dilma es ilegal. Podría ser desde el punto de vista jurídico. No lo discuto. Pero la destitución se veía venir. Es más, creo que es justa desde el punto de vista democrático: el 90% de la población estaba en contra de la mandataria. No es poco. Es de burros no atender la voz popular y sus reclamos. La izquierda ve todo como un complot de derecha, cuando es un hecho la corrupción y la perdida de legitimidad del gobierno.
12.          Desde luego que lo jurídico importa. Lo jurídico es la columna vertebral de una democracia… Salvo, claro está, cuando se produce un tsunami político. En ese caso, lo jurídico y constitucional se convierten (esto enseña la historia) en una barrera que se cae, se derrumba, pierde valor.
13.          Se afirma que las oligarquías siempre dan golpes de Estado para poner al mando del gobierno a los peores oligarcas. Sucede que el sucesor de Dilma fue escogido por Dilma y por Lula. Si ahora Lula se arrepiente es demasiado tarde. Hay que tener razón a tiempo. 
14.          Temer recibe un país en recesión económica y con las calles calientes. Hay que combatir la corrupción y estabilizar la política. Lo más urgente es convocar a nuevas elecciones. Lo segundo más urgente es abrir espacios de expresión y participación a la población excluida compuesta por negros y mestizos, o sea a más de medio Brasil. Población que reclama la libertad y la justicia que no han existido nunca.
15.          Salvo los bikinis, en Brasil todo es grande. Empezando por los bumbum y los problemas. 






jueves, 5 de mayo de 2016

PATRICIO FALCONÍ/ JUSTICIA Y DEMOCRACIA: TE JODE LA CORTE o TE JODE EL FISCAL

https://youtu.be/R2-WzKUgirc

No hay realismo histérico en mis palabras. Cuatro cosas son inevitables en un país subdesarrollado: (i) la muerte, (ii) los impuestos, (ii) que te joda el gobierno, (iv) que interpreten la Constitución: la Corte Constitucional o el Fiscal General.  
La fiesta del poder irracional. Cuando desde la sumisión o la ignorancia la Corte interpreta las normas, o el Fiscal acusa o deja de acusar… el gobierno ríe a carcajadas pero la sociedad se pone a temblar.  
Esta gente cínica y chirisiki de ideas, me trae a la memoria la frase que se atribuye a uno de los siete sabios de la vieja Grecia. Cuando le preguntaron cuáles eran los animales más peligrosos, el sabio respondió:
-De los animales salvajes el más feroz es el tirano y de los animales domésticos, el más peligroso es el adulador.
El orgasmo del poder perpetuo. En un país chiquito con presidente grande, la Corte Constitucional ha dado luz verde para que se convoque a una consulta popular a pesar de que hay normas expresas que se oponen. Se entiende. A los sumidos e ignaros, a los animales domésticos más feroces, les importa complacer al líder antes que analizar fórmulas para retirar los escombros de todo tipo, superar la crisis, el hambre de los estómagos, o la asistencia financiera a hospitales sin medios.
A esta altura de mi indignación, solo me queda sospechar gravemente del coeficiente intelectual de los esbirros, corruptos e incompetentes. En el Barrio  Mental escribo:
-¿Cómo se llama a un abogado que es retardado mental?
Se le llama: -Señor Juez Constitucional.
O también: -Señor Fiscal General…
Estos shunshos han cerrado las ventanas y las puertas a la lógica y al sentido común. Para ellos, una orden real o imaginaria, reservada o verbal,  vale más que los libros de Guillermo Cabanellas o de Giovanni Sartori. Vale más que la palabra del reaccionario Pepe Mujica.