https://youtu.be/5HBHvVobyXE
Hace
un tiempo la numerosa voz popular decía con veneno verbal, que los gringos
siempre eligen como presidente a alguien que tenga un coeficiente inferior al
promedio nacional. Los ejemplos más rotundos eran Reagan y Bush hijo… Si el
chiste perverso cobra cuerpo, el próximo presidente de Estados Unidos será Donald Trump. Más bajo no podría caer el goloso del norte.
Con
estas palabras no hago un ataque preventivo ni un bombardeo sorpresa. El escritor y periodista Mark Singer ha
escrito la biografía auténtica de Donald Trump. En la biografía el capo de los
casinos es retratado como “un hombre vacío, que es todo fachada y
superficialidad”. Singer empezó a escribir sobre Trump en 1997. El autor cuenta
ahora, en una entrevista, que el personaje no ha cambiado en estos 20 años. Cabeza
de zanahoria sobrevive con la misma personalidad, la misma megalomanía, el
mismo narcisismo, la misma necesidad de atención e indiferencia hacia la
verdad.
Singer
conoce a Trump porque ha mantenido, en el ring del periodismo, la pelea en
corto. El autor advierte que inicialmente no descubrió el racismo de Trump. Tampoco
se imaginó que se presentaría a las elecciones. Pero hoy anuncia que estamos
ante un sociópata que tanto le da por injuriar a mexicanos, musulmanes como a discapacitados…
No le preocupa el otro, el semejante ni el compatriota.
Si
bien Singer no advirtió a tiempo que Donald sería candidato… hay que indicar
que las intenciones secretas de Trump no pasaron desapercibidas para el
presidente Obama, que en la Cena de los Corresponsales del año 2011, le masacró
con bromas premonitorias y profecías. En las narices de Trump Obama dijo: -Dicen
que a Donald le falta experiencia en política exterior para ser presidente,
pero para ser justos él ha pasado varios años reuniéndose con líderes de todo
el mundo: Miss Suecia, Miss Argentina, Miss Azerbaiyán.
En
mayo de 2016 y en el contexto de la misma cena, Obama se burló del candidato Trump
cuando soltó su profecía: -El año
que viene, alguien más se parará en este mismo lugar. Y todos ya saben quién
será ella.
Frase
demoledora. Un cross a la mandíbula de cabeza de zanahoria, personaje
excéntrico e impredecible que en marzo de 2015 había aventurado, bueno, que no
quería ganar sino quedar segundo en las elecciones.
Singer
también dice que los capos inmobiliarios de Nueva York invitaban a Trump por respeto a su dinero, pero que
en el fondo lo veían como a un
“operador de casinos de Nueva Jersey”. Describe además cómo los ricos de
Florida nunca le aceptaron.
En
todo caso Singer advierte con cierto temor: -Trump sabe cómo conectar con la
gente de la calle y la clase media, quizás porque sus casinos son la fantasía
de muchas personas.
Los
expertos en neurociencia, como Facundo Manes, advierten que el éxtasis
emocional se produce, en un casino, a la hora exacta de las apuestas.
Singer
dice: -Se sabe que Trump no tiene amigos y que solo se tiene a sí mismo. Sus
hijos son su decorado.
Cabeza
de zanahoria no tiene una ideología definida. Es autoritario y ególatra:
inseguro. No tiene información. No mide lo que dice. Según expresión textual de Singer: -Es como los americanos que
no saben de nada y que el resto del mundo les importa una mierda.
En
tiempos líquidos y falsos Trump es un candidato ideal: es ignorante y no tiene
pasado electoral. ´Además arrastra el mito de que es un gran hombre de negocios
cuando solo en los 90 los bancos le perdonaron cerca de 800 millones de dólares
tras declararse en quiebra. No sé cuántas historias hay que escribir para que
la gente deje de creerlo. Ha sabido usar su nombre y esa ha sido su gran
creación. En eso consiste su genio´.
Lo
grave más no está en que Trump meta la pata, sino en que meta su arma más
peligrosa: la cabeza. El los concursos de Miss Universo,
el fascismo en tanga humillaba a las mujeres.