http://youtu.be/NUrgd1xcPzA
Patricio FAL /BRASIL: GOLES Y AUTOGOLES 2014
El fútbol se ha convertido CASI, CASI en una religión universal. Los fieles, llamados hinchas, torcedores o forofos, rezan oran, meditan, gritan, ríen, lloran en cada partido. Más aún en una Copa del mundo. La pasión, desde luego, se impone.
En Brasil, que es el mayor templo de la religión mundializada, hay ahora marchas sociales, huelgas policiales, protestas diarias. Se habla del fútbol… Pero ojo: las marchas no son contra los jugadores que patean la bola y gambetean rivales. Las marchas, justas y numerosas, son contra la corrupción política y económica, la mala organización del campeonato mundial, los estadios mal hechos, la discriminación racial, la injusticia… Es decir, las marchas, según Patricio Falconí, van en contra de quienes patean las esperanzas y las aspiraciones populares. Una reflexión inteligente y oportuna. En el Brasil no hay infieles. Hay gente que toma conciencia política.
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