https://youtu.be/R2-WzKUgirc
No
hay realismo histérico en mis palabras. Cuatro cosas son inevitables en un país
subdesarrollado: (i) la muerte, (ii) los impuestos, (ii) que te joda el
gobierno, (iv) que interpreten la Constitución: la Corte Constitucional o el
Fiscal General.
La
fiesta del poder irracional. Cuando desde la sumisión o la ignorancia la Corte interpreta
las normas, o el Fiscal acusa o deja de acusar… el gobierno ríe a carcajadas
pero la sociedad se pone a temblar.
Esta
gente cínica y chirisiki de ideas, me trae a la memoria la frase que se
atribuye a uno de los siete sabios de la vieja Grecia. Cuando le preguntaron
cuáles eran los animales más peligrosos, el sabio respondió:
-De
los animales salvajes el más feroz es el tirano y de los animales domésticos,
el más peligroso es el adulador.
El
orgasmo del poder perpetuo. En un país chiquito con presidente grande, la Corte
Constitucional ha dado luz verde para que se convoque a una consulta popular a
pesar de que hay normas expresas que se oponen. Se entiende. A los sumidos e
ignaros, a los animales domésticos más feroces, les importa complacer al líder antes
que analizar fórmulas para retirar los escombros de todo tipo, superar la
crisis, el hambre de los estómagos, o la asistencia
financiera a hospitales sin medios.
A
esta altura de mi indignación, solo me queda sospechar gravemente del coeficiente
intelectual de los esbirros, corruptos e incompetentes. En el Barrio Mental escribo:
-¿Cómo
se llama a un abogado que es retardado mental?
Se
le llama: -Señor Juez Constitucional.
O
también: -Señor Fiscal General…
Estos
shunshos han cerrado las ventanas y las puertas a la lógica y al sentido común.
Para ellos, una orden real o imaginaria, reservada o verbal, vale más que los libros de Guillermo Cabanellas
o de Giovanni Sartori. Vale más que la palabra del reaccionario Pepe Mujica.
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