Mercedes
FALCONÍ/ BRASIL PRODIGIOSO: SU GENTE Y SU CULTURA
Mercedes
Falconí Ramos ama el baile. Si Mercedes no fuese, como es, ecuatoriana, sería una
carioca de carnaval y samba. Ella ama el país gigante de las cien culturas
donde ser ateo… es otra forma de creer, porque el corazón brasileño nació para
el sincretismo y no para el aislamiento, para la alegría y no para la soledad.
Cita a Roberto DaMatta, el gran antropólogo contemporáneo, para explicar cómo
en el Brasil se puede ser cristiano o budista y cómo se puede, al mismo tiempo,
practicar el candomblé. En Brasil un Dios es poco: la gente puede tener varios
dioses y creencias.
Mercedes
Falconí cuenta que la Ley VALE CULTURA, recientemente aprobada en el país, es
una idea-ley de exportación global, porque permitirá que, con un subsidio de 25
dólares mensuales, y por medio de una tarjeta electrónica, la gente compre
libros, vaya al cine o visite exposiciones.
Mercedes
Falconí nos dice que el Brasil no es el país del pasado: su nombre es FUTURO,
un futuro que ya vivimos.
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