RIFLEXIONES DE PATRICIO FALCONÍ ALMEIDA

Patricio FAL/ POLÍTICA: FABRICAR CARISMA

La palabra CARISMA es, para mucha gente, una especie de llave maestra que sirve para abrir las cerraduras de todas las puertas. Esta idea o percepción es errada. Patricio FAL dice, además, que existe una creencia bendecida en los círculos políticos: se NACE CON CARISMA Y SE MUERE CON CARISMA: o sea, se entiende que el CARISMA dura toda la vida. No esa sí. El genio del sociólogo alemán Max Weber descubrió, en el siglo XX, que el CARISMA es transitorio: que así como se posee, se pierde. Un ejemplo histórico y mundial. Antes de la Segunda Guerra Mundial -recuerda Patricio Falconí-  Chamberlain era un político muy popular mientras Winston Churchill era un político fracasado y despreciado por la gente. Durante la Guerra cambiaron los papeles: la popularidad de Churchill subió hasta el endiosamiento. Concluida la Guerra, el viejo Churchill perdió las elecciones. Esta lección se está olvidando en América latina, donde muchos gobernantes, que buscan la reelección, antes que preparar y fabricar programas de gestión y de gobierno, están fabricando CARISMA. El carisma se fabrica –dice Patrico FAL- con publicidad, con populismo, con encuestas, con mitología. Los gobernantes, para esto, usan los medios de comunicación: se presentan como salvadores exclusivos. Bombardean a la gente con spots. El pueblo come esta falsa verdad con cierto encanto. Una sociedad democrática, en palabras de Patricio Falconí, no necesita CARISMA en bruto o en fino, sino instituciones que funcionen. 

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