martes, 15 de enero de 2013



MERCEDES FALCONÍ RAMOS BEETHOVEN: SENTIR LA ETERNIDAD
Mercedes Falconí Ramos tiene ahora dos pasiones que se integran: la primera es oír a Beethoven; la segunda es bailar música moderna. Ambas actividades no se oponen. 
Con la danza, el cuerpo se reencuentra con todos los sentidos y los pone en ON, en activo eléctrico.
Con Beethoven, la vida recupera la necesaria la sensación de eternidad, que es una sensación espiritual y subversiva, mística y neuronal. Eso es. Porque sin inteligencia, la música del maestro alemán es como una danza de cojos (samba do coxos, como dicen tan musicalmente en portugués).
Mercedes Falconí comenta:
-La música es siempre un relato o narración que exige, como toda lectura seria, concentración y pistas. Por eso, a Beethoven hay que oírlo, de preferencia, sin danza ni coreografías.
Mercedes nos dice además, que la música clásica ha sido –no pocas veces– utilizada políticamente. La Quinta Sinfonía de Beethoven, materia del éxtasis y análisis de Mercedes, fue utilizada en la Guerra Mundial por los ingleses… La utilizaron, precisa y ferozmente, contra los alemanes. 

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